viernes. 29.03.2024

Entre 5.000€ como mínimo u 8.500€ de media es lo que se invirtió en España por cada reforma en 2020, según los datos de habitissimo. El sector vivió en 2021 un crecimiento exponencial tras la pandemia, momento donde muchos decidieron renovar el aspecto o arreglar los desperfectos de su hogar. Especialmente, mediante los revestimientos de parede cuya inversión, como advierte Smartcret, puede llegar a rentabilizarse bien.

Un soplo de aire fresco, pero hogareño

A finales de 2021, tras el auge del teletrabajo en pandemia, la demanda de reformas creció un 200% en España, según datos de la patronal. Tras meses de confinamiento, la mayor perspectiva sobre el propio hogar instaló en el individuo la idea de redefinir el entorno doméstico. Bien por reparar un inmueble desgastado por el paso del tiempo, bien por la motivación estética de darle un rostro nuevo, o incluso más íntimo, al hogar.

Entre las opciones más asequibles, los revestimientos de pared suelen ser una alternativa muy acertada para darle un aire totalmente nuevo a nuestro hogar o habitación. Una elección, sin embargo y como recuerda la empresa de reformas sin obras Smartcret, no está exenta de su debida planificación. Sobre todo, si tenemos en mente realizar una reforma donde nuestro presupuesto se ajuste a la realidad tanto como a la necesidad.

¿Cuánto cuesta una reforma?

Según los datos de habitissimo de 2020, en España se invirtieron, de media, más de 8.500€ en cada reforma del hogar. Lo que generó un crecimiento del negocio de este sector de un 5%, moviendo más de 28 millones de euros en todo el país. Pese al grueso promedio —de un mínimo de 5.000€ por reforma—, entendiendo que la mayor parte de la inversión recae, acertadamente, sobre la profesionalidad y calidad del trabajo.

En ese sentido, por una parte, hay que tener en cuenta no sólo los materiales que, en este caso, escogeremos para el revestimiento. Sino también cuál es la dimensión del proyecto, cuánto tiempo de trabajo conlleva. Datos que, de hecho, pueden ayudarnos a jugar con nuestro presupuesto. Por ejemplo, apostar por un revestimiento poco más costoso, pero rentabilizar la inversión final al ocupar un espacio mayormente reducido.

Aunque lo ideal para todos sería disponer de un presupuesto ilimitado, la realidad es que abaratar un proyecto sin comprometer su durabilidad y resultado es factible si se planifica bien. En primer lugar, por nuestra propia cuenta, mostrando una expectativa presupuestaria realista. Pero, además, buscando asesoría profesional para dar con la opción más acorde a nuestras necesidades y sin perjudicar su relación calidad-precio.

Una elección acertada: los revestimientos de pared

Si nuestra opción es la de únicamente revestir una pared en la reforma, la opción puede salir mucho más rentable. Y es que, además de que el revestimiento de paredes es un elemento refrescante y renovador si optamos por cambiar la estética de un espacio o todo nuestro hogar, su enorme repertorio de opciones cumple con una gran variedad de precios y estilos. Todas ellas, adaptables a nuestros distintos gustos y tendencias.

Tomando como ejemplo la oferta de Smartcret, una amplia gama de revestimientos de pared. Desde el papel pintado y el inmarcesible ladrillo hasta la piedra, la madera de imitación y natural, los azulejos y cerámicos, el microcemento, el estuco veneciano o las fibras naturales. Aunque, nuevamente, parte de nuestra elección debe depender de más factores. Y si bien el impulso es uno, siempre es aconsejable pensar a largo plazo.

¿Qué tener en cuenta para revestir una pared?

Teniendo en cuenta la economía doméstica actual, queda claro que, por pequeña que sea, costear una reforma sale caro. Pero también debemos entender que apretarse el cinturón ahora no nos protegerá de los posibles gastos futuros. Y es que, cuando se trata de buscar la máxima calidad, en nuestro criterio debe imperar siempre un cierto grado de asequibilidad, flexible ante aquello que asegure menor preocupación después.

En ese sentido, el material escogido debe ser altamente resistente. Sobre todo, si éste estará expuesto a cambios de temperatura, humedad, la luz del sol u otros. Asimismo, y a tener en cuenta en nuestro presupuesto, las características de la instalación son también un factor de peso. Ya que la mayor complejidad o sencillez de la aplicación del revestimiento afectarán sobre el precio final. Donde cabe atender a otro último factor.

Aun invirtiendo en el material más resistente jamás creado para revestir una pared, ello no nos salvará de realizar una buena rutina de mantenimiento. Por ello, algunas de las características a tener en cuenta en este aspecto son los materiales en sí mismos y, concretamente, en la facilidad o dificultad de su limpieza. Dato que, recalcándolo de nuevo y entre otros, puede aportarnos un especialista regalándonos una mejor elección.

Revestimientos de pared: la opción idónea para rentabilizar una reforma